23 de febrero de 2014

Saba y San Eustaquio

 
 
Saba y San Eustaquio
 
El día 20 de febrero ponemos rumbo a Saba, una  isla volcánica muy pequeña perteneciente a Holanda, Saba es conocida mundialmente por los puntos de buceo tan ricos y por los avistamientos de pelágicos ya que a escasas 5 millas se encuentra el peligroso Banco de Saba una extensión de arena y coral de 30 millas de largo por 20 de ancho donde esta prohibido el fondeo y la pesca y que ejerce de criadero para innumerables especies marinas. Sabíamos que el fondeo no seria posible por la profundidad tan grande que presenta la isla en todo su perímetro pero hay varias boyas en la cara de sotavento y en la cara sur. Tras una travesía bastante movida ciñendo al limite del cata con 25 nudos de viento y una mar muy incomoda nos aproximamos a Saba pero nuestro gozo en un pozo, es imposible cogerse a ninguna de las boyas ya que el fuerte mar circunda la isla y no deja la posibilidad de amarrarse por lo que sintiéndolo mucho no nos queda otra que seguir hacia adelante y continuar a su isla hermana San Eustaquio conocida coloquialmente como Statia y al igual que Saba es un municipio de Holanda y por ende perteneciente a la UE. 




















Statia dista 17 millas de Saba con rumbo 115º por lo que al tener 20 nudos de viento SE no había más opciones que recoger velas arrancar uno de los Volvo y accionar la minipimer, casi 3 horas proa a la mar y al viento pegando saltos, pantocazos y rociones. Nos acercamos a la única población de la isla  Oranjestad, el fondeo esta prohibido pero varias boyas se reparten por la ensenada, bajamos a tierra justo cuando la oficina de custom acababa de cerrar que se encuentra en el único muelle y tiene un poco antes un pantalán para auxiliares, la oficina del parque natural también esta cerrada por lo que si al día siguiente salimos temprano nos evitaremos las tasas y papeleos de Custom, del parque natural y de las boyas. No esperábamos gran cosa de esta isla de hecho los poco más de 5 barcos en el fondeo hacen una idea de que no es un destino muy frecuentado por los veleristas, pero al poco de andar fuera del recinto portuario nuestra impresión fue cambiando, el pequeño pueblo se encuentra en lo alto de una colina protegida por los antiguos muros de una fortaleza muy bien conservada, el pueblo encantador, precioso, todo muy limpio, ordenado, casitas de colores que ponen el contraste de encontrar en el caribe un pueblecito Holandés con todo su encanto, Oranjestad nos ha encantado, sus vistas, sus contrastes y su historia. Al día siguiente salimos temprano rumbo otro país, San Cristobal y Nevis.


























































          






































 
jueves, 20 de febrero de 2014
 

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