10 de noviembre de 2013

Rumbo Canarias I

Rumbo Canarias I
Tras veinte días en Alcaidesa Marina esperando una ventana meteorológica de al menos 5 días con vientos de componente norte por fin nos llega el momento de soltar amarras y adentrarnos en lo desconocido, a partir de aquí todo es nuevo, el temor y respeto por lo desconocido me hace tener todos los sentidos alerta y me impide dormir la noche anterior a nuestra salida, el domingo  día 27 de octubre.

















Esta travesía la haremos dos personas mi tripulante Marc y yo, Estefania de momento debe de seguir a disposición del séquito de los jeques y viajar a Qatar con ellos una vez ha terminado la temporada en Ibiza.

















Salimos a las 11 de la mañana aunque tendremos corriente en contra en las próximas horas pero el deseo de navegar ya es más fuerte. Repostamos en Gibraltar en Marina Bay a 0,75 euros el litro.
Tras 3 horas de navegación mitad motor mitad vela vamos dejando atrás el estrecho de Gibraltar. Vamos navegando a 7 nudos con viento de popa y una corriente en contra de casi 3 nudos. Cuando estamos a la vista de Tarifa el ESTRECHO se nos manifestará y nos demostrará quien es él. Porque El ESTRECHO nos tenia reservada una última jugada. 

5 millas antes de tener Tarifa al través el viento que nos venia de popa cerrada con todas las velas sacadas nos subió de golpe 15 nudos, pasó de 17 a 32 nudos en un segundo, recogimos Génova, nos aproamos al viento para recoger la mayor con rachas de 40 nudos, cuando estamos empezando la maniobra uno por cada banda sin saber ni como ni porque el barco se atraviesa al viento y a la mar, la vela que estaba desventada por estar proa al viento absorbe de improviso toda la potencia del viento y en un segundo escuchamos un crujido, seguido de otro mucho más fuerte y vemos como la botavara sale despedida a chocar contra los obenques de sotavento, en una fracción de segundo imagino los obenques arrancados , el mástil en el agua, el viento de treinta y tantos nudos sacudiendonos y la vela gualdrapeando en el agua, automáticamente pensé donde estaban las cizallas para cortar los obenques, pero todo esto fue en una milésima de segundo en mi mente, sin saber como la vela que casi no tenia tensión por que estábamos empezando a enrollarla formaba una gran bolsa que fue lo que finalmente nos salvo ya que amortiguó el impacto. Con el cuerpo temblando del susto y sin saber por que, cogemos el timón y nos volvemos a aproar al viento, conectamos el piloto para evaluar la situación y vemos como el barco se vuelve a atravesar no entendemos nada. El piloto automático esta roto y ha  provocado todo el desastre en el momento más inoportuno. Marc se hace con el timón proa al viento mientras   evalúo daños y analizo la situación. Al fallar el piloto en plena maniobra el barco se atravesó de improviso, el freno walder de botavara no aguantó la fuerza de los treinta nudos y rompió el grillete de sujeción, a continuación el carro de escota de mayor tampoco pudo aguantar la presión y rompió una de las escotas y las poleas, un desastre que pudo acabar muy mal. Recogemos la vela hasta la mitad y le damos popa al viento, entro en el compartimento de estribor para ver que le ha pasado al piloto y me encuentro la pletina de acero que une el brazo del piloto con el timón desplazada, esta sujeta por dos tornillos de acero y uno de ellos no esta por lo que el piloto no ejerce fuerza sobre el timón. No nos lo podemos creer aun no hemos salido del estrecho y nuestro viaje va a terminar.



















Tenemos 2 opciones, buscar un puerto cercano o fondear en la cara W de Tarifa al resguardo de la levantera que nos esta zumbando. Decidimos fondear en Tarifa, la Rocna agarra enseguida a pesar de las rachas de 35 nudos, el cielo esta lleno de cometas,  los kiters nos pasan al lado con cara de decir que hacen estos aquí en medio. Empezamos por partes, primero desplegar la mayor y recogerla bien, segundo sustituir la escota del carro de mayor e ingeniarnos una polea provisional, segundo reconstituir la maniobra del freno Walder y asegurar los anclajes a prueba de huracanes, con cadenas a las cornamusas y tercero vamos a ver que ha pasado con el piloto, dentro del agujero no quedan restos de tornillo por lo que descartamos su rotura, tras buscarlo por todo el compartimento durante un buen rato no lo encontramos, es un misterio, por suerte en la caja de herramientas hay dos tornillos de acero que nos valen, de hecho creo que son perfectos. Ya esta todo arreglado, todo perfecto, tras el sofoco y el susto estamos listos, dudamos si quedarnos ya a dormir fondeados o salir ya, decidimos salir aunque eso supone cruzar el dispositivo de separación del trafico de noche algo que nos crea tensión.  Salimos a las 18:00 horas. Es una lastima desperdiciar este viento y levamos ancla sacamos la Génova y a navegar solo con la Génova a un ritmo de 7,5 nudos hasta el día siguiente. 

















El mediterráneo,nuestro mediterráneo, que palabra mas bonita, pero que viejo y astuto es, hasta el ultimo momento intentó en las puertas del Atlántico no dejarnos salir, ahora se bien por que no quería que conociéramos este mar joven, enérgico, esbelto como es el Atlántico. Estuvo apunto de conseguir sus propósitos de no dejarnos salir pero el infortunio no pudo con la ilusión y la atracción del nuevo mar el Océano.
10 de noviembre de 2013

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